En lo que fue la ponencia de apertura de la LMG Summit México, Miguel Ángel Ochoa, presidente de la AIEJA, la organización que agrupa al gremio de los casinos y las apuestas en México, ponderó los avances que el sector ha presentado tras la irrupción de la pandemia, si bien también señaló que, a pesar de la existencia de un marco jurídico, este requiere ser modernizado de acuerdo con las actuales exigencias de la industria.
La presentación de Ochoa llevó por título “El mercado del juego ante la transición digital” y fue la primera de las ocho ponencias y paneles que tuvieron lugar a lo largo del primer día del evento en el Estadio Akron de la ciudad de Guadalajara.
Ochoa se refirió en específico a la transformación que se generó a partir de la irrupción de la pandemia en el mundo el año 2020, y recordó que a partir de eso los casinos de todo el mundo cerraron sus puertas, los eventos deportivos se suspendieron y la industria del juego y las apuestas se movió al canal digital donde, si bien ya existía una presencia notable, esta se potenció de manera significativa.
“La pandemia originó nuevos modelos empresariales: había que desarrollar la investigación, la innovación, buscar talentos, prepararse, invertir, y tener una visión de mediano y largo plazo”, apuntó, para después señalar que la industria cambió por completo en tanto los canales presencial y online tuvieron que aprender a coexistir.
En lo referente al marco jurídico que existe en México, Ochoa recordó que la legislación que existe es muy antigua y en ese sentido está desfasada, por lo cual en la AIEJA llevan ya bastante tiempo trabajando en una nueva normativa que se corresponda con los tiempos que corren. Infortunadamente, la administración de Andrés Manuel López Obrador no parece muy interesada en implementarla.
“Estamos trabajando en un marco jurídico flexible que permita contemplar el futuro: este marco jurídico va a permitir mayor certeza en las inversiones y mayor seguridad a los participantes”, aseguró el directivo.
En la actualidad, en México existen 36 permisionarios para operar casinos físicos y en línea, 377 salas de juego que están situadas en 29 de los 32 estados del país, así como alrededor de 100,000 máquinas tragamonedas que operan de manera legal. De acuerdo con consideraciones de la propia AIEJA, dicha infraestructura genera cerca de 50,000 empleos directos y 120,000 indirectos. El potencial del mercado, sin embargo, tendría que ser mucho mayor.
Hacia el final de su presentación, Ochoa señaló que pese a todos los inconvenientes que se han presentado y la falta de apoyo gubernamental, la industria ha conseguido una recuperación cercana a 90% de los empleos que se perdieron durante la pandemia
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