Las apuestas mundialistas baten récords en China

En Shanghai, China, en la pequeña agencia de apuestas atendida por Xia Lugen, muchos clientes clavan sus ojos en el calendario de los próximos partidos a disputarse en Rusia. Los cotejos se difunden en una pantalla, mientras las máquinas imprimen en cadena boletos de lotería con apuestas de los duelos. Antes del primer partido de octavos de final entre Francia y Argentina, los apostadores hacían la fila delante de la tienda especializada de una ciudad con 25 millones de habitantes.

Este 'boom' de apuestas futbolísticas fue confirmado por los números oficiales. La cifra total durante las tres primeras semanas de junio alcanzó los 28.600 millones de yuanes (US$4.324 millones), seis veces más que de costumbre, cuando no hay Copa del Mundo de por medio. Ese monto es mucho más grande que los 19.500 millones de yuanes (US$2.928 millones) apostados durante el Mundial de Brasil 2014, incluso cuando todavía quedan los cuartos de final, semifinales y la final de Rusia 2018.

De todas formas, la mayor parte de juegos por dinero y los casinos están prohibido en China continental. Pero las pequeñas casas de apuestas deportivas han sido habilitadas y están desparramadas en las ciudades chinas. La Administración China de Deportes se ocupa de gerenciar este negocio y una parte de las ganancias las destina a financiar el mantenimiento de estadios e infraestructuras deportivas y la formación de futuros deportistas de alto nivel.

A título personal, Gao Liushan, asiduo de las casas de apuestas, confiesa su decepción por no ver a China en la Copa del Mundo. "Con toda honestidad, es una herida para nosotros. Pero el presidente chino Xi Jinping dijo que jamás hay que renunciar a las aspiraciones. El sueño chino se va a concretar un día. Creo en el fútbol chino", confesó Gao.

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