Regulaciones 23.08.2016 > México

México: Superar el estancamiento

Entre los distintos conflictos que debe superar el sector, la demora en la aprobación de la Ley del Juego es el principal punto a resolver. El universo del gaming mexicano tendrá que estar unido para reclamar por una legislación seria y moderna.

Algunos representantes de la industria podrían afirmar que poco ha cambiado en el último año en el mercado mexicano del juego. El tema principal, la aprobación por el Senado de la nueva Ley de Juegos y Sorteos, no ha avanzado un milímetro. Otros podrían insistir en que hubo algunas modificaciones significativas. Por ejemplo, a principios de 2016, la Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló el uso de máquinas tragamonedas en casinos. La resolución terminó con una controversia que venía desde 2013. Para la Corte, las slots son legales como juegos de sorteo y no de azar o de habilidades, como es el caso de los naipes. También se validó la facultad del titular de la Dirección General de Juegos y Sorteos (DGJS) de la Secretaría de Gobernación (Segob) para autorizar el establecimiento de negocios donde se lleven a cabo sorteos de ese tipo. Asimismo, se indicó que corresponde al Ejecutivo federal el control y la vigilancia de juegos y sorteos. De todas maneras, la realidad indica que, en lo concerniente al progreso del negocio, la actividad sin dudas se encuentra estancada, en una situación que no parece haber evolucionado mucho en los últimos años. Por un lado, se cuentan centenares de salas autorizadas que no pueden abrir sus puertas por la falta de la nueva ley o por inconvenientes financieros. Por el otro, sectores como la lotería o el juego online están en crisis. En consecuencia, conviene puntualizar las características del gaming mexicano para sacar conclusiones que permitan superar ese estancamiento y retomar el atractivo de este mercado para los inversionistas internacionales, en una industria mexicana que tiene mucho para ofrecer al mundo.

PRINCIPALES INDICADORES
Según datos brindados por la Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juegos de Apuestas (AIEJA), en México, actualmente 32 empresas cuentan con autorizaciones vigentes para 1038 salas de sorteos de números y centros de apuestas remotas. En lo que va del año, se han abierto 16 casinos en México, por lo que actualmente operan en el país 319 unidades, ubicadas en Nuevo León, Baja California, la Ciudad de México, Jalisco y el Estado de México. La cantidad total de permisos federales para salas de juego es de 690, por lo que existen 371 salas en espera de inaugurarse. Actualmente, la industria de casinos legal representa 38.000 empleos directos y 140.000 indirectos, así como la operación de 90 mil máquinas instaladas en el país. Se pagan alrededor de $5000 millones (US$273,5 millones) en impuestos federales y estatales. Además, 3 millones de personas visitan las salas de juego cada año. Los empresarios del sector esperan que, durante el actual sexenio gubernamental (hasta 2018), se duplique el número de centro de apuestas. Por supuesto, para eso, deberá aprobarse la ley que reemplace a la vieja normativa del juego de 1947. Siguiendo estimaciones de analistas, una vez publicada la nueva legislación e instalados el Instituto Nacional del Juego y el Consejo Consultivo, se daría certidumbre legal a decenas de inversionistas que podrían destinar poco más de US$120 millones anuales al gaming mexicano.

LOS DUEÑOS DEL JUEGO
Siguiendo con un enfoque sobre la realidad económica del juego en México, informes de la Secretaría de Gobernación (Segob) señalan que, en 2014, 23 empresas de casinos ganaron $16.200 millones (US$886,14 millones). La concentración del mercado del juego mexicano ha ido creciendo en los últimos años, haciendo que existan cada vez menos operadores con mayor poder de convocatoria de apostadores. Entre las empresas más rentables y poderosas, están la filial mexicana de la española Codere (que incluye, entre otros, al Grupo Caliente), Comercial de Juegos de la Frontera (Big Bola Casinos) y Apuestas Internacionales S. A. (AISA, Grupo Televisa). Codere México disponía en el año 2015 de 18.750 terminales de juego (+7,7% frente a 2014), 84 establecimientos, 90 puntos de apuesta y un hipódromo ubicado en la Ciudad de México. Todas las actividades se realizan con las marcas comerciales Royal Yak, Yak, Jackpot, Mio Games, Bingo 777, Casino Bingo 777, Caliente e Hipódromo de las Américas. En 2015, Codere México, presididaa en la actualidad por José Antonio Martínez Sampedro, facturó US$397,94 millones, superando (+6,78%) los US$370,96 millones de 2014. Para el Grupo Caliente, un hito importante este 2016 fue el festejo de los 100 años del Hipódromo de Agua Caliente, en Tijuana, Baja California. Asimismo, la empresa comandada por Jorge Hank Rhon implementó el software cashless (SAC/ATR), que permite brindar atención personalizada a los usuarios a través de una tarjeta de socio para efectuar transacciones dentro de todas las sucursales a lo largo del país. Otra de las empresas más rentables es Comercial de Juegos La Frontera, de los hermanos Francisco Javier y Oscar Rodríguez Borgio. En 2014, la firma reportó ingresos por $4.300 millones (US$235,21 millones). Este grupo tiene 18 casinos autorizados (bajo la marca Big Bola) con 5.434 slots y 1900 empleados. En tanto que Apuestas Internacionales S.A. (AISA) es una subsidiaria de Televisa Juegos que maneja las marcas PlayCity Casino (17 salas) y Sorteos de Trébol. En 2014, reportó ingresos por $795.420.000 (US$43,51 millones). Por su parte, Pringsa, empresa mexicana dedicada a la operación de centros de apuestas remotas y salas de sorteos de números, dispone de unas 20 salas bajo las marcas Emotion y Casino Life. Su capital está participado por el grupo español Cirsa. Otros jugadores menores que se reparten el resto del market share son Comercializadora de Entretenimiento de Chihuahua (de Marco Antonio Ayala Anzaldua y Antonio Ochoa Garza); Atracciones y Emociones Vallarta (Casino Royale); Promociones e Inversiones de Guerrero; Juega y Juega; Grupo Océano Haman; Espectáculos Latinoamericanos Deportivos; Divertimex (de Faustino Islas Ponce), que consiguió prolongar el permiso de operación que le vencía este año hasta 2031; Cesta Punta Deportes; Impulsora Geminis; El Palacio de los Números; Espectáculos Deportivos de Cancún; Eventos Festivos de México; Producciones Móviles; Sabia Corporation; y Juegos y Sorteos de Jalisco.

DILEMAS LEGISLATIVOS, DECISIONES EJECUTIVAS
Más allá de la diversidad y el poder de los operadores, hay una limitación que aún no ha podido ser solucionada: a más de un año y medio desde que el proyecto de nueva Ley de Juegos y Sorteos fuera enviado al Senado mexicano, no se conocen indicios de que la iniciativa pueda ser aprobada prontamente. Ni siquiera se cree que el Senado apruebe el proyecto en el próximo período legislativo, del 1º de septiembre al 15 de diciembre de este año. A esta altura, la Cámara Alta parece más interesada en dar prioridad a otros proyectos. Por esta falta de avances, la industria del juego mantiene un seguimiento constante sobre este proceso y regularmente se encarga de destacar la importancia de su aprobación. Se requiere que la nueva legislación dé la certidumbre para operar casinos en México. Esto aseguraría un mayor número de inversiones, tanto nacionales como extranjeras. Incluso, en caso de ser aprobada la nueva ley, los dueños de salas de juegos anticipan inversiones por US$300 millones anuales. Ante la desidia legislativa, muchos elogian la firme postura del presidente Enrique Peña Nieto por intentar ordenar el sector del juego. Con más de un año de trabajo, Luis Felipe Cangas Hernández, actual Director General de Juegos y Sorteos de la Segob, ha ganado consenso por su esfuerzo en transparentar la información de la industria y buscar brindar una mayor seguridad jurídica.

COMPETENCIA DESLEAL EN EL ONLINE
Junto con la dificultad de las salas autorizadas para poder abrir debido a la falta de una nueva ley que les dé viabilidad, está la irregular situación del juego online. El titular de AIEJA, Miguel Ángel Ochoa Sánchez, consideró que es necesario que en el país se regule el juego online “porque está creciendo de manera exponencial” sin ningún tipo de control. En el país, operan más de 350 casinos presenciales, de los cuales sólo tres tienen permiso para trabajar juegos en línea (sobre todo, apuestas deportivas): Caliente, PLJE7 y Bectris. Sin embargo, asociaciones de permisionarios tienen detectadas más de 50 páginas de Internet con sus casas matrices en otros países y que sirven de plataforma en México para el juego en línea, sin un control de transacciones financieras ni de los jugadores. Algunas de estas empresas extranjeras son Bwin, Bet 365, 888 Sports, Miapuesta, PokerStars y Sportium. Alfonso Pérez Lizaur, presidente de la Asociación de Permisionarios y Proveedores de Juegos y Sorteos de México (APPJSAC), ha denunciado esta competencia desleal: “Los permisionarios mexicanos de juego en línea pagan impuestos y retienen impuestos a los jugadores ganadores. Los portales extranjeros no pagan ni retienen impuestos. Consecuentemente, los jugadores en línea prefieren jugar en esos portales. El Gobierno mexicano debería bloquear los portales extranjeros que toman apuestas de los mexicanos”. La nueva ley del juego cubriría ese bache, al indicar que, para explotar el juego online, el permisionario deberá establecer su sitio electrónico bajo el dominio “com.mx” y generar los mecanismos o sistemas necesarios para garantizar que todas las actividades de juego en línea se atiendan desde ese sitio.

UN MERCADO QUE QUIERE CRECER
Otros problemas que afectan al mercado del juego mexicano son la ludopatía y la crisis que vive la Lotería Nacional (LOTENAL). Con el fin de atender a personas adictas a los juegos de azar, el Estado de Nuevo León abrió recientemente el abrirá Instituto de Investigación y Tratamiento de la Ludopatía. El vicedirector del Instituto, José Luis Guerrero, dijo que, mientras que a nivel global, la ludopatía afecta a entre el 0,3 y el 1% de la población, en Nuevo León la cifra alcanzaría el 3%. Con respecto a LOTENAL, si bien el producto tiene una imagen positva entre los apostadores, cada vez menos gente compra billetes de lotería. La rentabilidad del patrimonio de la Lotería Nacional, en el ejercicio 2014, tuvo un déficit del 45,5%, superando el -30,4% de 2013. Para colmo, en 2015, el pasivo de la empresa superó los $600 millones (US$32,4 millones). Para intentar salir de esa situación, LOTENAL apuesta a la inserción mundial a través de CIBELAE y la World Lottery Association, con el fin de compartir con la comunidad internacional el proceso de modernización que impulse una renovación en esta lotería mexicana. La meta es poder incrementar las ventas a razón del 0,5% anual y reducir los costos operativos en 5%. También se requiere un empujón en materia fiscal, dado que a la institución se le incrementó su Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) del 20% al 30% a partir del año 2010. La excesiva presión fiscal es un serio obstáculo para el desarrollo de la industria del juego. Además de abonar el 30% de IEPS, está el 2% de aprovechamientos a la Segob, y los Estados cobran en promedio 4 a 6%, al igual que los municipios. Para Ochoa, de AIEJA: “Es una industria muy cara en la parte fiscal; por un lado, nos ayuda para que no se lave dinero, pero, por el otro, nos inhibe la inversión. Esta gran cantidad de regulaciones impositivas lleva a que existan pocos tenedores de permisos”. Precisamente, uno de los debates es que, tras la futura aprobación de la ley, se abriría una gran cantidad de salas, en especial, en sitios turísticos de México, como Los Cabos, Baja California; la Riviera Maya, Quintana Roo, y Puerto Peñasco, en Sonora. La idea es, además de casinos, ayudar al crecimiento económico del sector hotelero construyendo centros comerciales, restaurantes y tiendas. Sin embargo, organizaciones empresariales turísticas a nivel nacional conformaron un bloque para promover una revisión de la Ley Federal de Juegos con el objetivo de ponerle candados que garanticen su segura y lícita operación, y restringir su proliferación en destinos turísticos que ya son exitosos. Las Asociaciones hoteleras creen que el aumento de salas será contraproducente para el sector turístico. Independientemente de esta discusión, no hay dudas sobre el potencial de México como país con gran oferta de entretenimiento y de hotelería. Por eso, resulta clave que se aprueba la Ley del Juego. Esta nueva normativa dará seguridad, reducirá el riesgo de inversión, reducirá la ilegalidad y estimulará el consumo, así como los ingresos para el fisco. Los integrantes de la industria del gaming deberán seguir presionando a los poderes político y judicial para lograr sus metas y alcanzar el destino de referente regional del juego que México merece tener.

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